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China le apunta a la cima del cuadro de medallas

BEIJING (AP). China ganó 32 medallas de oro en los Juegos Olí­mpicos de Atenas, cuatro menos que Estados Unidos. En Beijing, su objetivo es terminar en la cima.

Para ello, la maquinaria deportiva china le ha prestado mucha atención a una serie de deportes menores, como tiro, remo, levantamiento de pesas femenino. Y otros no tan pequeños, como boxeo y ciclismo.

Otros paí­ses hacen lo mismo, pero los chinos parecen mejor financiados y mejor organizados.

La tiradora Du Li y la levantadora de pesas Yang Lian podrí­an darle a China la ansiada primera medalla de oro el 9 de agosto.

"El primer oro es la gloria", dijo Yan.

Du ganó la competencia de rifle de aire desde 10 metros en Atenas hace cuatro años y todos esperan que repita su triunfo. "Claro que tengo una gran carga sobre mis espaldas. Pero lo disfruto mucho. Pocos deportistas tienen la posibilidad de ganar el primer oro", expresó Du.

Los cinco deportes en los que China espera grandes cosechas se reparten casi la cuarta parte de las 302 medallas de oro a ser dirimidas. El resto de las medallas doradas chinas llegará probablemente en tres disciplinas que los chinos dominan: clavados, bádminton y tenis de mesa. La gimnasia también podrí­a deparar satisfacciones.

Los deportes menores deberán compensar la falta de medallas en las dos disciplinas más importantes de los juegos, el atletismo y la natación. China conquistó apenas cuatro oros en esos dos deportes en las dos últimas olimpiadas. Liu Xiang, campeón de los 110 metros con vallas, se perfila como candidato al oro en esa prueba, pero tendrá dura oposición en el cubano Dayron Robles, quien en junio fijó un nuevo récord mundial.

En natación, la gran esperanza es Wu Peng en los 200 mariposa.

La clavadista Guo Jingjing podrí­a repetir su tí­tulo en el trampolí­n de tres metros y Chen Ruolin es candidata en la plataforma de 10 metros. China se llevó seis de las ocho medallas doradas de clavados en Atenas y no sorprenderí­a si logra una cosecha similar.

Los chinos ganaron tres de los cinco oros del bádminton hace cuatro años y están llamados a dominar nuevamente esa competencia, lo mismo que la de tenis de mesa, en la que podrí­an arrasar con las cuatro preseas doradas. Jugadores chinos ocupan los cinco primeros lugares de la clasificación mundial femenina y cinco de los seis primeros en la masculina son también chinos.

China presentará una delegación de 600 deportistas, superada solo por la de Estados Unidos, y tendrá la ventaja de ser local. Cuenta con decenas de entrenadores extranjeros que han levantado mucho el nivel de sus deportistas.

"Estados Unidos encara el reto más duro desde la disolución de la Unión Soviética", declaró el directivo del comité olí­mpico estadounidense Steve Roush, aludiendo a China.

Roush cree que tanto China como Estados Unidos podrí­an superar las 40 medallas de oro. Y que China podrí­a llevarse 12 o 13 de las 15 preseas doradas de tiro.

"Tienen un talento increí­ble. Pienso que se van a necesitar más de 40 (medallas de oro) para terminar al frente del cuadro de preseas en Beijing", destacó.

"Cuando uno piensa que serán locales, ahí­ es cuando empieza a perder el sueño", agregó.

El viceministro chino de deportes, Cui Dalin, afirma que Estados Unidos y Rusia deberí­a terminar arriba de China en la tabla de medallas. Pero si eso sucede, probablemente sea despedido.

"Hay que ser objetivos y realistas. China no es una potencia deportiva. Estados Unidos y Rusia están muy por encima nuestro", declaró.

Simon Shibli, investigador de la Sheffield Hallam University de Inglaterra, dice que si China sigue progresando al mismo ritmo que lleva desde 1984, deberí­a terminar al tope del cuadro de medallas. Según ese criterio, ganará 39 oros. Y podrí­a sumar otros siete por su condición de local.

"Hay un patrón. China ha mejorado continuamente y eso no es casualidad", sostuvo Shibli. "Es producto de un proyecto a 15 años. Y China está invirtiendo mucho dinero. Cada medalla le costará decenas de millones de dólares".

El gasto no parece tan grande si se toma en cuenta que China es un paí­s con 1.300 millones de habitantes, que ha invertido unos 40.000 millones de dólares en estadios e infraestructura para los juegos.

Shibli sostiene que Estados Unidos tiene mucho menor margen para mejorar.

China construyó estadios espectaculares en las esperanza de mostrarle al mundo que es una nación moderna, destinada a ser potencia en el siglo 21. Su cometido se verá empañado seguramente por protestas contra sus polí­ticas hacia el Tí­bet y Darfur, su contaminación ambiental y su batalla con la prensa en torno a la libertad de expresión.

Pero todos estos factores podrí­an pasar a un segundo plano si China gana muchas medallas y lleva adelante una buena campaña de relaciones públicas.

FUENTE: Agencia AP

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