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Extraños anillos en el techo del Tropicana Field

ST. PETERSBURG, Florida, EE.UU. (AP). Matt Stairs vio el techo del Tropicana Field y puso la mira en un objetivo familiar.

"Yo trato de golpear esas pasarelas cada vez que bateo", dijo el martes el cañonero de Filadelfia, un dí­a antes del juego inaugural de la Serie Mundial. "Realmente quiero conectar un batazo sobre ellas. Pero es una distancia muy alta".

¿Qué tan elevada?

El anillo más alto, el A _el D es el más bajo_, se encuentra a 177 metros (194 pies) sobre el plato, y se puede tener acceso a ellos por un pasillo seguido de una escalera. Una vez que se llega al más bajo, se puede acceder a los siguientes subiendo más escalones.

"No me gustarí­a subir allí­", comentó Stairs.

Estos cuatro anillos concéntricos que inician a 17 metros (59 pies) de altura y soportan el techo inclinado del estadio tendrán mucha atención durante el enfrentamiento entre los Filis y el equipo de casa, los Rays de Tampa Bay.

Especialmente debido a una serie de reglas de terreno que gobiernan las pelotas que golpean los anillos: algunos batazos son cuadrangulares, otros son fouls y en algunos la pelota sigue en juego.

"¿Ha habido antes tanto que decir sobre pasarelas (de un estadio)?", preguntó Geoff Jenkins, jardinero de Filadelfia.

Los Filis tienen mucha razón al estar preocupados ya que existe una buena probabilidad de que éstas participen en el juego.

B. J. Upton y Evan Longoria lograron cuadrangulares golpeando esas plataformas durante la postemporada de la Liga Americana; y en total, en 98 ocasiones se ha cantado pelota en juego luego de que un batazo golpeó uno de los anillos en las 11 temporadas del estadio.

Frank Thomas fue el primero en golpear una de las estructuras metálicas en 1998 y los sorprendidos umpires adoptaron una regla en el momento y le concedieron un cuadrangular.

El pelotero venezolano Omar Vizquel atrapó en una ocasión una pelota que rodó por un anillo y regresó al terreno de juego: se le otorgó un out en la jugada. El dominicano David Ortiz y Jason Bay conectaron batazos que quedaron atorados entre los metales de la estructura y se les concedió un doblete.

"Ocurre mucha acción allá arriba", dijo el parador en corto de los Filis, Jimmy Rollins. "Pasarelas metálicas de trabajo, alumbrados y más alumbrados, más pasarelas", agregó.

Tuvo sentido que cuando los Filis llegaron esta semana, ajustaron su máquina automática lanzadora de pelotas en el plato y comenzaron a dispararlas hacia el techo. Ninguna golpeó los travesaños. Aún no.

"No creo que las pasarelas realmente vayan a determinar el juego", dijo Jonny Gomes, jardinero de Tampa Bay. "Pienso que tiene que ver más con la visibilidad. Es difí­cil", señaló.

FUENTE: Agencia AP