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Posada: De catcher a designado, un cambio sin traumas

NUEVA YORK (AP). Bajo un túnel del Yankee Stadium, Jorge Posada cumple su rutina habitual en una jaula de bateo.

Pero este año hay una diferencia para el puertorriqueño: no tiene que sentarse a hablar con su lanzador sobre cómo enfrentar a bateadores rivales.

Después de toda una carrera de 15 años como titular en la receptorí­a, Posada ahora es un bateador designado a tiempo completo.

El cambio de oficio es algo que trata de tomar con la mayor naturalidad posible.

"Es un proceso. Ha sido un poquito más fácil para mí­, porque me pude preparar para esto desde el entrenamiento de primavera", dijo Posada a la AP. "Me he acostumbrado a prepararme para estos cuatro turnos que debo coger en el juego".

Los primeros resultados han sido alentadores, ya que acumula tres jonrones y seis impulsadas en cinco juegos. Si bien apenas batea para .222 (cuatro hits en 18 turnos), su OPS (slugging más embasado) es de 1.022.

Su partido de dos jonrones contra Detroit el pasado domingo fue el 17mo en su carrera con más de un cuadrangular.

"Hasta ahora, todo va bien. No estoy mirando nada negativo, sino en lo positivo de cada turno", afirmó Posada.

Esto es lo que buscaban los Yanquis con Posada, esencialmente exprimir lo máximo posible su poder ofensivo al quitarle de encima las exigentes responsabilidades en lo fí­sico que implica ser catcher.

Después que el año pasado apenas sacó al 15% de los corredores en intento de robo, Nueva York tomó la decisión que habí­a llegado la hora de buscar a otro detrás del plato.

La contratación de Russell Martin, quien lideró la Liga Nacional sacando corredores en 2007 y 2009, estableció el nuevo rumbo.

Ni siquiera la lesión del suplente Francisco Cervelli o el decepcionante desempeño de sus prospectos Jesús Montero y Austin Romine movió al manager Joe Girardi a contemplar la posibilidad de poner a Posada como receptor de vez en cuando.

"Está haciendo buenos swings y su actitud ha sido la correcta desde el primer dí­a de los entrenamientos, sin renunciar a ayudar a sus compañeros receptores", declaró Girardi. "Lo importante es que se mantenga productivo".

Posada no se queja al plantearse una sencilla filosofí­a: "Es algo nuevo, pero es algo normal. Son cuatro turnos, tomas un turno y te preparas para el siguiente".

También hay que resaltar que pasar de receptor a designado no garantiza buenos números ofensivos.

Cuando previamente le tocó ser designado, Posada no brilló particularmente.

En 96 juegos como designado, su promedio al bate es de .223, 52 puntos porcentuales por debajo a su cifra global de por vida. Acumula 12 jonrones y 40 remolcadas.

Su desafí­o es darle un vuelco a ese patrón en un año entero.

"Ser designado me quita completamente la presión de ser receptor", comentó. "Uno como receptor piensa en cómo sacar out a los bateadores, más que la ofensiva. Estoy dedicado completamente a pensar en lo que voy a hacer en el plato".

Aún cuando no tiene que ponerse la máscara y pechera, Posada no renuncia a los instintos de un receptor, ya que siempre conversa durante el juego con Martin.

"Estoy viendo lo que está pasando y trato de ayudarle", dijo.

FUENTE: Agencia AP