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Espanyol-Athletic reúne a Bielsa y Pochettino, maestro y alumno

BARCELONA (AP). A Marcelo Bielsa le costó convencer a la madre de que le dejara pasar un momento a ver a su hijo, mientras este dormí­a en su habitación.

Eran las dos de la madrugada en Murphy, Santa Fe, y al final la señora accedió a que el hombre a quien apodan "El Loco" y el legendario Jorge Griffa, ojeadores de Newell's Old Boys, echaran un vistazo, bajo condición de no despertar a Mauricio Pochettino, el adolescente en cuestión.

Pochettino cuenta hoy 39 años y es técnico de moda en España con el Espanyol, mientras que Bielsa suma 56 y afronta su regreso a la liga al mando del Athletic de Bilbao. Ambos conjuntos se miden el domingo en el estadio Cornellá-El Prat de Barcelona. Será la primera vez que despertado y despertador se vean las caras en banquillos opuestos.

Porque, como era de prever, el joven Mauricio se acabó desvelando cuando Bielsa tiró de la sabana para mostrarle a Griffa "las piernas de futbolista que tiene el pibe". No se sabe si el "Loco" vislumbró entonces al futuro "Sheriff de Murphy", como apodaron a Pochettino en Newell's.

De hecho, Bielsa reconoció más tarde que "lo vi algo gordito", pero el caso es que los ojeadores "leprosos" se lo llevaron al club de Rosario, y el actual entrenador "periquito" debutó en el primer equipo con 17 años.

La unión de Bielsa y Pochettino empezó aquella lejana noche en un pequeño cuarto de Murphy y vivirá su capí­tulo más reciente, y quizás más lindo, cuando ambos se encuentren a pie de césped en Cornellá-El Prat.

El camino compartido es largo y ya vivió un corto tramo bajo techo blanquiazul: tras ganar un torneo de la Integración y un Clausura con "í‘uls", Pochettino fichó por el Espanyol en 1994 y se convirtió pronto en uno de los pesos pesados del vestuario.

Cuando Bielsa fichó por el club barcelonés cuatro años más tarde, el "niño gordito" era ya todo un hombre, haciendo realidad la visión de su mentor: "Confí­e en usted como yo lo hago, porque yo confí­o mucho en usted", le habí­a dicho Bielsa en Newell's, donde el entrenador le encargó leer la prensa entre semana para hacer análisis táctico del rival.

¿Intuyendo un futuro colega de profesión? En mayo de 2008, fue Pochettino, ansioso de formarse como entrenador, quien le pidió tareas de aprendizaje a Bielsa. El entonces seleccionador de Chile respondió con una caja de videos para que analizara los saques de esquina del contrario. Y la lección cuajó, pues el alumno sigue pasándose horas ante el televisor en la ciudad deportiva del Espanyol.

"Aquella fue una frase simple, pero que sirve para motivar a un joven como yo que, en ese momento, necesitaba tranquilidad. Me gusta tanto que la he utilizado después como entrenador con chicos jóvenes", explicó Pochettino.

"Es un orgullo poder enfrentarme a Bielsa deportivamente. Es único. Le tengo mucho cariño, es como un segundo padre para mi. A veces, veo la imagen de Marcelo en cosas que hago. Me ha marcado a muchos niveles, como a tantos otros. No sé si es un 'loco' del fútbol, pero sí­ un técnico metódico, muy fiel a sus ideas".

La admiración es mutua, aunque ambos han rehuido el protagonismo en la semana previa a su reencuentro.

"Tengo una profunda admiración hacia Mauricio en todos los aspectos, futbolí­stico y personal. Lo respeto mucho. Creo que es un gran entrenador", dijo Bielsa sobre el futbolista que hizo debutar con Argentina en el Mundial de Corea-Japón 2002, cuando dirigió el combinado albiceleste.

"Que nos encontremos en un partido no me parece especial, tenemos la misma profesión", zanjó el rosarino, restando mayor relevancia a la cita. "Lo afronto como todos, una oportunidad de lograr una victoria indispensable".

Y no le falta razón, tras el decepcionante empate del Athletic en su debut liguero en casa.

Pochettino está en una situación similar, tras arrancar la temporada del fútbol español con una derrota ante Mallorca.

"Hemos de estar muy concentrados. No podemos fallar en casa. Veremos con qué Athletic nos encontramos. Ellos aún no se han desarrollado plenamente. Para eso hace falta tiempo. Que gane quien mejor haga las cosas", resumió.

Dos hombres, un discurso. Y dos caminos, ricos en anécdotas y cruces, que vuelve a encontrarse el domingo.

FUENTE: Agencia AP