MONTEVIDEO (AP). El papel picado cayó empujado por el viento desde oficinas en edificios altos.
Decenas y decenas de personas se allegaron al centro montevideano para los festejos de la victoria.
"Soy celeste....soy celeste....celeste yo soy", cantaron grupos de jóvenes, mayormente estudiantes, mientras empleados de una empresa cercana agitaban una larga tela celeste y cortaron momentáneamente el tráfico, ya de por sí enredado, en la Avenida 18 de Julio, la principal arteria de la capital. Vendedores de banderas uruguayas se hicieron una extra de dinero en medio de la euforia.
En la plaza Libertad, kilómetro cero de Montevideo, se centralizaron parte de los festejos, los segundos de esta magnitud en lo que va del Mundial, ya que el mismo escenario se había registrado cuando Uruguay venció 3-0 a Sudáfrica, tras sortear con un empate el partido ante los franceses, últimos subcampeones mundiales.
Imanol Viscarret, de 12 años, estaba eufórico y doblemente: por la victoria y porque la maestra de su escuela comprendió que iban a faltar y les dijo que no registraría la ausencia. Imanol, que vive en la zona de Carrasco Norte, a unos 15 kilómetros al este, saltó de alegría, agarró su pelota de fútbol y se fue a jugar con sus amigos, para remedar a los Forlán, los Suárez y otros jugadores "celestes".
Otros miles de jovencitos festejaron igualmente en todos los rincones de este país futbolero que ya hace años no tenía estas estas satisfacciones.
Policías en motos recorrían los lugares de festejos para evitar cualquier desborde.
El sábado seguirá la historia cuando Uruguay se enfrente al segundo clasificado del Grupo B.
FUENTE: Agencia AP